LOS FUEGOS DE SEBASTIÁN LA ROCCA LLEGARON A HAPPENING
2014-11-21
Fueron cuatro días de fiesta culinaria, en Costanera Norte y Puerto Madero. El cocinero, que trabajó con el súper estelar Jamie Oliver, presentó en Buenos Aires el ciclo Meat Lovers.
Todo comenzó con fabulosas remolachas al recoldo(curd de
cabra, berros, aderezo de nuez, pochoclo). Después un lomito curado con crema
fría de arvejas y menta, yogurt, horserandish y pickles de nabo. El tercer
paso, una costilla de ternera, reducción de worcertershire(manzanas asadas,
jalape?o, miga crocante de romero). Finalmente un suntuoso bife de chorizo
cubierto en brasas, morrones asados, cebolla morada a la parrilla y
cilantro. El postre, una pi?a grillada con merengue quemado. Toda esta
maravilla fue realizada por un chef argentino, hijo de italianos,
que vive en Costa Rica.
La Rocca creció en Buenos Aires y estudió en el Culinary
Insitute of America, Estados Unidos. Trabajó mano a mano con el
súper top Jamie Oliver en Barbecoa( Londres) y actualmente trabaja en Enjoy
Group, Costa Rica , como director culinario. Su pasión por la cocina
latinoamericana y en especial por la carne, lo llevaron a liderar este
ciclo , que tituló Meat Lovers.
La oda a la parrilla en versión súper sofisticada de este
cocinero ya da qué hablar en el mundo. Happening tuvo el privilegio de
capitalizarlo; el menú fue un éxito, agotaron el espacio y hubo desfile de
personalidades, como Marcelo Tinelli, Iván de Pineda, Mora Furtado, Diego
Alexandre, Teté Coustarot que quisieron saludar al cocinero adorador de las
brasas. "Creo que la gente me sigue porque la propuesta no deja de ser
simple, pero hay cocciones precisas e ingredientes audaces, tal vez no tan
asociados con las carnes, pero que utilizo habitualmente. En el exterior soy
todavía más atrevido con los condimentos y la cocción de la carne es más roja,
pero no dejo de ser porte?o y conozco nuestros paladares. La verdad, fueron
cuatro grandes noches. Me encantó trabajar en Happening, que es la gran
parrilla argentina. Y volveré", comentó el cocinero.
Por Flavia Fernandez