La ruta de Maia: Casa Las Cujas
2024-10-17Maia Chacra cruza esta vez los Andes para sentarse a comer en uno de los restaurantes más renombrados e interesantes de la escena gastronómica de Santiago. Entre copas de los mejores viñedos chilenos, una celebración del océano Pacífico en todo su esplendor.
por MAIA CHACRA
@maiachacra
Decidí cruzar la Cordillera para ir a conocer uno de los lugares sobre los que no he dejado de escuchar en estos últimos tiempos. Recuerden el nombre Casa Las Cujas, porque en breve todos estarán hablando de este restaurante como uno de los más sobresalientes en la escena culinaria de Santiago y, me animo a decir, de toda la región. El proyecto nació hace 10 años en la playa de Cachagua, quinta región; el nombre es un homenaje a una playa escondida del mismo nombre. Hace dos años decidieron traer aquella esencia marítima a Santiago, y no se equivocaron.
Mi experiencia comenzó alrededor de las 20 h, cuando fui recibida por Max Raide, dueño del restaurante y, en mi opinión, uno de los mejores anfitriones de Chile. Al felicitarlo por el lugar, me contó que la propuesta es de "cocina de playa" centrada en pescados y mariscos frescos, recién salidos del mar. Y que él, junto con sus hermanos Juan Pablo y Domingo Raide, eran quienes estaban detrás de este hermoso lugar.
Al cruzar la puerta me sentí inmediatamente transportada a un ambiente playero, elegante pero a la vez relajado; una combinación difícil de lograr. La decoración en tonos blancos y turquesas evoca la costa, como lo hace también la impresionante pantalla de 5x3 m de largo en el corazón del salón, sobre la barra, que se puede ver desde cualquier rincón del restaurante y que muestra un video de las playas del norte de Chile, conectando a los comensales con la esencia marina que define al lugar.
Casa Las Cujas tiene capacidad para 120 cubiertos, y aunque llegué temprano, el lugar ya estaba lleno. Buena señal. Al sentarme noté una piscina detrás de mi mesa, con un movimiento intrigante. Me acerqué y vi una variedad de productos frescos que varían según la disponibilidad de lo que entregue el mar: machas, ostras, almejas, choritos, locos, caracoles, picorocos, centollas, jaibas y hasta langosta. La costa chilena al alcance de la vista.
Bajo el ojo y el talento del chef Antonio Moreno, cada plato combina ingredientes de primera calidad con una ejecución impecable. Lo primero que probamos fue la recomendación del chef: Caleta Las Cujas, una increíble celebración de lo mejor del Pacífico. El plato incluye una cuidada selección de pesca fresca, pulpo, ostras, choritos, almejas, algas, chochas, piure y picoroco, todo aderezado con salsas y limones. Simplemente espectacular.
Continuamos con lo que, para mí, es la estrella del lugar: la centolla patagónica. Una delicia preparada en el momento y presentada de dos maneras irresistibles. La primera, un arroz a las brasas cocinado con el caldo de la centolla, que tenía un sabor único y profundo. La segunda, un tartar delicado, fresco y lleno de matices, acompañado de tremendas papas fritas caseras. Creo que es el plato que eleva la experiencia de Las Cujas a otro nivel.
Como saben, el erizo no es algo fácil de encontrar, y al verlo en la carta decidí probarlo. Erizo al natural del norte con toques cítricos. Qué decirles. Fue la combinación perfecta de frescura y delicadeza, con ese sabor intenso y marino que solo los erizos pueden dar, realzado con el equilibrio justo de cítricos.
La selección de vinos para la noche fue muy acertada: comenzamos con Clos Apalta, de Viña Lapostolle, un tinto de carácter profundo y elegante. Seguimos con el Amayna de Viña Garcés Silva, un vino blanco muy fresco que complementa a la perfección los sabores del mar. Para cerrar, opté por Caballo Loco N1 Blancos, un blend sofisticado.
Vale destacar la atención de los camareros del lugar, siempre pendientes y atentos a todo, como así también la de Max, dueño del lugar, quien hizo de esta visita algo memorable. La clave del lugar está en su propuesta de mariscos, súper frescos, una mezcla de sofisticación y sencillez playera. Volveré sin dudarlo en mi próxima visita a Santiago de Chile.
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CASA LAS CUJAS
Alonso de Córdova 2467, Vitacura, Santiago de Chile - Chile
Lunes a jueves de 18 a 00 h; viernes a sábado de 13 a 00 h; domingo de 13 a 17 h