La ruta de Maia: Bushi

En esta ocasión, Maia Chacra continúa explorando sabores asiáticos en un restaurante joven con ideas novedosas y una perspectiva fresca para platos milenarios. Así es Bushi, el proyecto de ramen que nació como emprendimiento de pop-ups y ahora sirve fabulosas variedades de ramen en su espacio propio.


por MAIA CHACRA
@maiachacra 



El primer comentario que puedo hacer sobre Bushi es que, si te gusta el ramen, es un MUY buen lugar para ir a comer. Ubicado en una hermosa esquina en el límite entre Chacarita y Villa Crespo, este noodle bar abrió sus puertas en marzo de 2023, aunque Bushi ya existía como “marca madre” desde junio de 2018, cuando hicieron su primer pop-up.



La noche que fui hacía mucho frío; tenía antojo de algo rico y calentito para afrontar las bajas temperaturas, y ¿qué mejor en esos casos que un rico y bien hecho ramen? Llegué temprano y había varias mesas ocupadas; después de todo, son 35 cubiertos por turno, y en poco tiempo el lugar estaba lleno. Desde afuera el lugar ya se veía realmente lindo; el color verde de las plantas predomina junto con el negro. 



Fui recibida por Bruno, uno de los dos dueños del lugar (el otro, Fran, llegaría un rato más tarde), quien me dio una cálida bienvenida antes de contarme la historia del espacio que, como muchos otros proyectos, fue impulsado por la pandemia. “Nos gusta que nuestros sabores trabajen con la memoria emotiva”, dijo, y lo pude comprobar a los pocos minutos. En Bushi toman la cocina asiática como fuente de sabiduría e inspiración, y a partir de ahí buscan ingredientes y desarrollan preparaciones dejando fermentar las ideas. Los platos del lugar son interpretaciones propias hechas con mucho amor. Son sus propios sabores asiáticos.



Sabía que el ramen era la especialidad de Bushi, pero aun así siempre busco sorprenderme con algo distinto, y las entradas que probé fueron una delicia. Sí o sí hay que pedir el plato bautizado “los hongos”, que para mí fue la gran sorpresa de la carta: mix de hongos, avellanas, reducción de hongos, gomasio blanco, zest de naranja y puré de coliflor ahumado.



También probé los dumplings, que siempre pido, y estaban súper ricos, hechos a la plancha con la masa tradicional rellena de cerdo, un poco de ajo, jengibre, soja, chilli oil y verdeo.



A la hora del ramen, aproveché que estaba con una amiga y pedimos probar uno cada una. De las opciones que había, me tentó el primero del menú, titulado “El homenaje”; consiste en un shoyu ramen con chintan de pollo, fideos frescos, panceta, huevo, chilli oil, puerro confit y verdeo. Mi amiga, por su parte, se inclinó por el kimchi ramen picante: paitan vegano, fideos frescos, girgolas, gochujang, huevo, hakusay quemado, morron fermentado, gomasio negro y verdeo.



Ambos estaban muy, muy sabrosos; se nota que saben lo que hacen. Antes de probarlo, el camarero te explica que lo ideal para disfrutar de todos los sabores es probar primero cada uno de los ingredientes por separado, y luego mezclarlos. Las porciones son super abundantes, y más si se prueba antes alguna entrada. Tienen una carta de vinos jóvenes, mayormente de bodegas pequeñas. Fui por uno cordobés muy rico, el Socavones Reserva Blend de blancas, que nunca había probado. 


Bushi me gustó mucho. La experiencia completa fue una inmersión en el mundo lúdico de un chef que da paso libre a diferentes sabores. Y de nuevo, un gran ramen.


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BUSHI NOODLE BAR

@bushiresto

www.bushiresto.com.ar Bonpland 1201, Palermo - CABA Martes a sábados de 19:30 a 00 h, con y sin reservas





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