La columna vinófila: cómo comprar vino rico sin ayuda

El inmenso mar de etiquetas de vino puede dar un poco de vértigo, pero esta vez y para siempre, nosotros te vamos a ayudar. La idea es que a partir de estos tips elijas con confianza cuando estés frente a la góndola y no haya nadie para darte una mano. Traé lápiz y papel y anotá.




por ANA PAULA ARIAS



En primer lugar, siempre tenés que ver la añada de los vinos que vas a comprar: mientras más joven, mejor. Si fue cosechado hace cuatro, cinco o diez años, probablemente ya no esté en óptimas condiciones. Y esto no es porque los vinos empeoran con los años; lo que pasa es que no sabemos cómo estuvo guardado o cuánto tiempo estuvo parada la botella en la góndola. Entonces, el primer consejo es que el vino debe ser del mismo año o del año anterior. Los vinos reserva pueden ser incluso de uno o dos años más, pero no más que eso.


Nunca agarres las botellas de arriba de todo. No importa que sean los más caros; si un vino está arriba de todo, estuvo expuesto a la luz y el calor más que ningún otro. El tubo fluorescente le dio de lleno todo el tiempo desde que llegó y, además, si esa botella pasó un verano ahí es motivo suficiente para decir que no va a estar bien.


Fijate cuáles son los que más rotan. Si sos fan de Fond de Cave Petit Verdot, pero en el súper de tu barrio el que más sale es el Malbec, no lo dudes. Aunque no sea tu preferido, es el que menos tiempo pasó en la góndola soportando cambios de temperaturas, vibraciones y luz intensa y, por lo tanto, es el que mejor va a estar.
  

Huile a las ofertas. La oferta puede ser por un sobre stock, porque es una etiqueta que no van a volver a comprar o, lo más probable, porque no cumple con los requisitos anteriores: estuvo mal guardada o es del tiempo del ñaupa.


Por último, sacale fotos a los vinos que más te gustaron. No confíes tanto en tu memoria y capturá esa etiqueta que te encantó. Cuando vuelvas al súper o a la vinoteca, ya vas a saber qué buscar.
  

Y un consejo de yapa: mirá la contraetiqueta y empezá a relacionar tus gustos con bodegas o zonas específicas; así, cuando vayas a buscar tu vino y no haya más, no se te va a romper el corazón. Vas a ver que más que una etiqueta en particular, lo que te gusta es el estilo del productor o el lugar donde está hecho. 




Etiquetas
Categoría Vinos

Comentarios