Este mes en el Club Cuisine&Vins: vinos que maridan con un clima versátil

La media estación tiene su encanto, y nos da la posibilidad de caminar sobre hojas secas mientras disfrutamos de un sol cálido. También nos regala noches frías para hacer sopa y poner las cobijas. Siempre hay vino para acompañar los distintos momentos del otoño, y nosotros los seleccionamos para vos.



por ANA PAULA ARIAS

Quizás no haya nada más lindo que levantarse un sábado a la mañana, ver el cielo celeste y sentir el aire frío; calentarnos la cara al sol y tocarnos la punta de la nariz, todavía helada. Es lindo porque está decretado que esos días son de parrilla y, mientras nos ponemos el primer pullover del año, vamos a comprar la leña o el carbón para encender el fuego. Ese ritual, sin embargo, quedaría incompleto sin un buen vino. Para ese momento seleccionamos el Abrasado Cabernet Sauvignon, de Bodega Toneles (Luján de Cuyo, Mendoza), un tinto que salió de la cabeza del gran winemaker Bernardo Bossi Bonilla y que está pensado para acompañar carnes asadas. Jugoso, fresco y con taninos bien presentes, pero que no molestan, ideal para acompañar cortes grasosos y verduras a la parrilla.

Si el frío te invita, sin embargo, a quedarte adentro y hacer una comida de olla, también enviamos una etiqueta que va en sintonía con eso. Se trata de un blend de Malbec y Bonarda de la bodega riojana Valle de La Puerta (Valle de Famatina). Sabemos que hoy La Rioja aparece como una joya inexplorada de nuestra viticultura y por eso fuimos a buscar uno de los mejores exponentes de la zona. La Puerta Alta Blend es una versión moderna de los grandes vinos de antaño, con una madera bien integrada y que no roba protagonismo. Un corte en el que conviven con armonía la buena acidez del Malbec y la fruta madura del Bonarda.

La caja se completa con el vino orgánico Quinde Reserva Malbec, de bodega Vinecol (La Paz, Mendoza). En un contexto donde la comida calórica es una constante, a veces nos rebelamos ante el orden establecido de la cuarentena y optamos por platos más livianos. Esto no significa que tengamos que dejar de beber vino, porque justamente para esos casos enviamos un tinto como Quinde. Se trata de un Malbec ligero, con una ciruela muy presente y una acidez excepcional, apto para meterlo en la heladera y disfrutarlo a unos 12°C.

Pensamos en vinos que acompañen a nuestros socios en los cambios climáticos bruscos tan propios del otoño, pero también para disfrutar de los momentos que surgen en la cadencia de la cuarentena. Nuestra misión es que nunca les falte vino y que, al mismo tiempo, descubran nuevas y deliciosas etiquetas. 



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