Mar de verdes: frescura veraniega

La temporada de veraneo uruguayo fue (y es) locura absoluta. En la esquina más mítica de Manantiales, sin embargo, reinó la paz. Experiencia, visión clara y buenas energías para otro exitoso año de Mar de Verdes.



por MANUEL RECABARREN

fotos JOSEFINA RECCHIA

@manurek

@jose.recchia


Para desayunar, esconderse en las horas de sol más picante o picar algo a la vuelta de la playa; allí siempre está Mar de Verdes, recibiendo sin descanso a locales y turistas. Se instauró como clásico no solo de la zona, sino de todo Maldonado, algo impensado para Mariana Mariño cuando decidió abrir el local hace ya casi quince años. La apuesta hoy parece segura, pero en ese entonces Manantiales no era mucho más que un lugar de paso; la gente iba a José Ignacio o a La Barra. Mar de Verdes fue una pieza fundamental para establecer el centro turístico que hoy podemos encontrar en la zona. 



El secreto del éxito tal vez resida en que no hay secretos. La propuesta es sencilla, honesta, familiar. En la carta no hay nombres complejos ni ingredientes extravagantes. Es un lugar a metros de la playa y todo el equipo lo entiende. La idea es pasarla bien, comer rico y fresco, disfrutar del contexto. El producto uruguayo está mínimamente intervenido, porque no necesita intervenciones. La estacionalidad es premisa desde el primer día, y Mariana emplea la filosofía del kilómetro cero desde antes de que fuera una moda: “No cierra por ningún lado ir a buscar productos afuera; tenemos materia prima increíble que es más barata, más fresca y, por ende, mucho más rica”.



Platos como el chivito o el sándwich de pesca son hits indiscutidos, y las ensaladas no paran de salir por la barra. También hay especiales que cambian día a día, para aprovechar pescados, mariscos y hortalizas en su mejor momento. Las opciones veganas o sin gluten dicen presente, otro aspecto en el que Mar de Verdes fue pionero.  



El café es otro de los puntos fuertes de la casa, que la consolida como lugar de encuentro. Se utilizan granos de especialidad y uno puede relajarse al pedir, sabiendo que la máquina es manejada con el expertise necesario. Nada de café quemado o leche sobre-espumada. Dejando tendencias de lado, a Mariana le pareció importante que su propuesta de cafetería siguiera a la filosofía del local: un producto de la mayor calidad posible, de producción sustentable y trazable. Para acompañar, infinidad de pastelería para todos los gustos. La fruta es protagonista (con las joyas que hay en verano, cómo para que no lo sea) pero también abundan chocolates y dulces de leche, para los más golosos. Son buenos los laminados, arte que por el este solían dominar exclusivamente algunas pastelerías especializadas. Y no se puede dejar de mencionar el yogurt helado, un clásico de Mar de Verdes y una figurita casi imposible de encontrar en otros lugares, por la que niños (y no tan niños) hacen fila. 



Los nuevos desafíos están siempre dando vueltas por la mente de Mariana. Extendieron horarios, abrieron más meses al año, acompañados por buenas temporadas. La idea de un segundo local está latente, y la de abrir todo el año no se descarta. Tendremos que esperar para ver qué le depara el destino a uno de nuestros lugares más queridos del Uruguay. 



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MAR DE VERDES

@mardeverdes.uy

Lunes a domingos de 9 a 20:30 h

Ruta 10 km 163,5 - Manantiales, Maldonado

www.mardeverdes.com





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