Ya estamos oficialmente en invierno, hace muchísimo frío, y la noción de que para estas temperaturas solamente se toman tintos parece difícil de erradicar. Bienvenidos sean los rojos en todas sus variedades, por supuesto, pero, ¿qué pasa con los rosados y los blancos? Nada de esperar a la primavera, nada de guardar botellas para tiempos de piletas y reposeras: cualquier momento es ideal para descorchar un vino claro, y lo repetiremos hasta el cansancio.
Decirnos "disruptivos" puede sonar exagerado, pero este mes quisimos enfrentar los aires gélidos con una degustación con acento rosado y blanco. Después de haber enviado a nuestros socios el grandioso Andillian Malbec en mayo, profundizamos nuestra relación con La Coste de los Andes para explorar la bodega desde sus distintas etiquetas y su vínculo estrecho con Francia, y así organizamos una degustación en la que pudiéramos aprender sobre la historia de sus viñedos y comparar algunos aspectos de la viticultura a ambos lados del Atlántico.
Y ya que estábamos frenchos, elegimos un lugar donde todos pudieran sentirse parisinos por un rato, uno de los más distinguidos de la ciudad: el Alvear Palace Hotel. Después de una recepción que incluyó varios bocadillos exquisitos entre copas de espumante (La Bulle, de Château La Coste, muy celebrado), fotos, selfies, saludos, comentarios y charlas que venían postergadas, pasamos al salón Régence, donde más de uno y una fantasearon con bailes de bellas y bestias. Las amplias mesas redondas, repletas de copas sobre las que habrá párrafo aparte, se llenaron de socios, invitados y alguna que otra personalidad amiga antes de que tomara la palabra nuestra sommelier, Ana Paula Arias.
Después de un recordatorio a los socios sobre los beneficios del Club, nuestra tarjeta de membresía y las formas de asociarse, Ana Paula explicó la temática de la degustación y presentó a Lucas Giménez Bachiocchi, enólogo de La Coste quien, recién llegado de un viaje, habló sobre las diferencias entre los vinos rosados de Francia y los de Argentina, y sobre las indicaciones geográficas en el viejo y en el nuevo mundo. Ya que los tenemos acá, recomendamos leer
esta entrevista que le hicimos a Lucas sobre el tema.
Con el impecable servicio que caracteriza al Alvear mediante, fuimos probando uno a uno los cuatro vinos de la noche: el Grand Vin Rosé de Château La Coste (95% Grenache - 5% Vermentino); el Andillian Chardonnay de La Coste de los Andes; el Rosé d'une Nuit de Château La Coste (70% Grenache - 20% Syrah - 10% Cabernet Sauvignon) y el Andillian Malbec de La Coste de los Andes, que muchos de nuestros socios ansiaban volver a tomar después del envío de mayo. La degustación fue acompañada por algunos bocados de la cocina del Alvear, como trufas de queso de cabra con jalea de tomates para el Chardonnay, tartar de langostinos con crema de palta para los rosados, y una mousse de foie sobre pan danés para el Malbec.
Más allá de los vinos y el salón, lo más comentado de la noche seguramente haya sido la cristalería: en esta degustación estrenamos las nuevas copas del Club de la mano de la empresa mendocina R Cristal (pueden leer nuestra nota al respecto
acá). Originales y elegantísimas, llevan el sello del Club y, gracias a una tecnología especial, son muy resistentes, a tal punto que en un momento de algarabía una cayó al piso y simplemente rebotó.
Mejor que leerlo es vivirlo. Asóciense hoy al Club Cuisine&Vins y acompáñennos en futuras degustaciones como la que tuvimos en junio. Siendo parte del Club van a recibir seis vinazos todos los meses, además de una tarjeta de beneficios exclusivos y acceso a montones de privilegios y experiencias únicas. Basta con escribirnos por mail a cuisine@cuisine.com.ar o por whatsapp al 11-2869-6069. ¡Nos vemos en la próxima!
Comentarios