Una noche en SushiClub

SushiClub nos acompaña desde hace más de 20 años y nosotros lo acompañamos también, teniéndolo en mente cada vez que nos agarra un antojo de buen sushi (y nos agarra con frecuencia). Hace unos días pasamos una noche en el clásico local de la Recova, probando diferentes entradas, cocktails, rolls de todo tipo y temperatura y unos postres lujuriosos.


texto y fotos MÁXIMO PEREYRA IRAOLA

@maximopi


Podríamos comer sushi todo el año; tal vez no todos los días, pero sí todas las semanas. Sin embargo, no podemos negar que esta época, cuando las noches empiezan a permitir que los abrigos queden en casa, la ciudad se mantiene encendida durante más horas y la cercanía de las fiestas hace que den más ganas de salir a pasarla bien, la idea de agarrar un par de palitos y darse un festín de arroces, algas y pescados se vuelve más tentadora que nunca. Una oración larga para decir: qué lindo es comer sushi cuando las noches se vuelven más veraniegas.

 

 

Somos fans de SushiClub desde sus inicios, cuando revolucionaron la movida del sushi democratizándolo y llevándolo a todos los rincones. La historia comenzó en Martínez en 2001; eran tiempos complicados para apostar a proyectos nuevos de cualquier tipo, pero los creadores de la marca confiaban en su producto y su sushiman, y abrieron sus puertas seguros de que la gente llegaría. Y llegó. Además de tener una buena carta y una atención inmejorable, el lugar daba ganas de quedarse varias horas, era perfecto para comidas de negocios, ideal para citas, divertido para salidas en grupo.

 

 

Así, en muy poco tiempo, comenzó la expansión del imperio de SushiClub, que hoy opera desde casi 50 locales en CABA, en la provincia de Buenos Aires y en distintos puntos del país. Y decimos “casi 50” porque la marca crece de manera tan firme y orgánica que cualquier número exacto que podamos escribir va a quedar desactualizado en poco tiempo. No estamos contando las franquicias en el exterior, por cierto, en países como México, Paraguay, Uruguay y, próximamente, España.

 

 

Más allá de toda esta historia, hace una semana nos dieron ganas de ir a nuestro SushiClub preferido, el de La Recova. El clima no podía ser mejor. Enfrente, en el hotel Four Seasons, un grupito de chicos y chicas hacía tiempo, seguramente esperando que llegara Coldplay para pedirles autógrafos; dos horas y media más tarde, cuando nos fuimos, seguían ahí, firmes en su fanatismo y felices de que no hiciera frío.

 

Al entrar al local sentimos ese inconfundible ambiente de jueves, con varios grupos de amigos y amigas en distintas mesas charlando de la vida, compartiendo anécdotas, tomando un vino o algún cocktail y desarmando tablas de sushi de todos los tamaños. Era noche de DJ Set, y el invitado de turno estaba en el medio del salón, junto a los cómodos sillones en los que esperamos nuestra mesa, concentrado en su computadora y su bandeja, mezclando pistas más y menos reconocibles para crear una atmósfera especial que nos dejó olvidarnos del estrés de fin de año por un rato.

 

 

Primero, unas tostaditas con un muy rico hummus de arvejas, mientras decidimos qué pedir. No tardamos mucho: mejor que nos recomienden, decimos, y en lugar de vino vamos a ir por la coctelería: un Lillet Vive (Lillet, tónica, pepino, frutilla y menta, muy fresco) y un gin tonic clásico. Los tragos llegan enseguida, y el salón es un baile de expertos camareros y camareras que van y vienen entre las mesas llevando todo tipo de delicias.

 

Entre las entradas hay langostinos crocantes y langostinos crujientes. Vamos por los crujientes, que están macerados en soja y aceite de sésamo, rebozados en panko y semillas de girasol tostadas, y vienen con una muy sutil mayonesa alimonada. Enormes y riquísimos. También nos traen un tiradito acevichado crocante, y nunca habíamos comido un tiradito así: salmón cortado bien finito (claro), marinado y rebozado, acompañado por un ceviche de palta y mango, con maíz cancha, cebolla morada y cilantro.

 

 

Después llegan muchas cosas juntas. Arrancamos con lo caliente, los Boom, que son pequeñas bombitas de salmón y queso crema saborizado en tempura acompañadas por una salsa de tomate picante, que tampoco es tan picante. Sí tiene un poco más de fuego el Merken roll, relleno de salmón ahumado y palta, y recubierto por un tataki de salmón aderezado con merken y bañado con salsa picante y maíz cancha. Un poco más de fuego, pero se tolera y vale la pena.

 

 

También llega a la mesa en ese momento un combinado Roll & Roll, que tiene varios tipos de rolls: Placer real, Soul, Feel, Futurama, Sweet y SPF, además de unas sabrosas geishas de salmón. En la carta de Sushiclub hay muchísimas opciones vegetarianas y veganas, pero bueno, esta vez teníamos ganas de pescado.

 

 

Ya comimos un montón, pero siempre estamos dispuestos a comer postre, y acá se lo toman en serio. Festín chocolatoso: en primer lugar, la degustación de chocolates, que trae en una serie de vasitos un cremoso de chocolate amargo con frutos rojos y salsa de yogur; una trufa de chocolate con leche, con ganache de chocolate y crema de café; otro cremoso de chocolate pero blanco, con confitura y granita de maracuyá; y un helado de chocolate con garrapiñada de arroz inflado y espuma de dulce de leche. Como si eso fuera poco, un segundo postre, la Lujuria de chocolate, que es, en efecto, lujuriosa. Mousse de chocolate sobre crema chantilly, delineada con láminas de frutilla. Puro aire y sabor.

 

 

Así termina una gran noche en SushiClub. La próxima vez tal vez pidamos delivery, elijamos hacer take-out o visitemos alguna otra sucursal, diferente, en otro barrio o incluso fuera de la ciudad. Puede que caigamos en una noche de jazz, o en otro live set. Lo que es seguro es que para darnos un banquete de sushi vamos a ir por SushiClub.

 



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SUSHICLUB RECOVA

@sushiclub_ar

Av. 9 de Julio 1465, Retiro - CABA

Todos los días de 12 a 01 h

Delivery & Take Away: todos los días de 12 a 16 y de 19 a 23:30 h (se toman pedidos desde las 9 h)

+54 11 5263-7258

www.sushiclub.com.ar





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