por MÁXIMO PEREYRA IRAOLA
@maximopi
Salta sin duda tiene un abanico enorme de atractivos y atracciones, y un único viaje es por demás insuficiente para sacarle todo el jugo (o el vino) a la provincia más linda del país. Cada visitante arma su propio recorrido, aprovecha algunas cosas, sacrifica otras, y se guarda algún que otro día para hacer un programa imperdible.
A lo largo de los últimos años, una palabra aparece en todas nuestras conversaciones con turistas que vuelven del norte, maravillados por las empanadas, los tamales, el Torrontés y los paisajes: Colomé. La bodega, los vinos, pero también el lugar, las fincas. Seis alturas distintas, desde los 1.700 hasta los 3.111 metros sobre el nivel del mar. Hace no mucho, un conocido describió Altura Máxima, la finca más elevada de la bodega, como “un paraíso en el medio de la montaña”. No es la primera vez que escuchamos algo así, y nos parece acertadísimo.
Colomé, como bodega y como grupo conformado también por Bodega Amalaya, tiene un intachable compromiso con la producción de vinos de excelencia, y esa filosofía se traduce también, desde hace varios años, en un afán por brindar experiencias de turismo enológico inigualable. En el centro de dichas experiencias se encuentra la Estancia Colomé.
Escondida entre las montañas de los Valles Calchaquíes, como una especie de Shangri-La en versión reducida, la estancia colonial de Colomé es un oasis que no solo alberga la bodega más antigua del país, sino que además invita a hacer un viaje en el tiempo para descubrir los misterios y las historias del vino argentino.
El lugar cuenta con nueve suites, cada una decorada con un gusto impecable y con una terraza privada desde la cual se pueden dedicar días enteros a las espectaculares vistas del paisaje andino. Dos de las suites tienen además un living adicional y permiten agregar dos camas para alojar grupos de hasta dos adultos y dos niños.
Para hacer que el descanso sea verdaderamente incomparable, hay hogar a leña, losa radiante, minibar, caja de seguridad, wifi, teléfono, baños totalmente cubiertos de mármol con bañeras, duchas y áreas separadas de tocador, artículos de baño y batas.
Más allá de las muchas comodidades que ofrecen las habitaciones, el mejor lugar para estar durante el día es afuera, donde la Estancia ofrece todo tipo de actividades: cabalgatas, cancha de bochas, pileta, gimnasio, sala de lectura, juegos de billar y la tienda de Bodega Colomé, entre otras; además hay tours de vinos con los que se puede conocer en profundidad la línea de tiempo de los vinos más exclusivos de la bodega, como Altura Máxima, Malbec Auténtico, Malbec Estate, Torrontés Estate y los Lotes Especiales, cosechados en uno de los viñedos más altos del mundo.
El Museo James Turrell, por otra parte, merece una mención especial. Emplazado a 2.300 msnm, esta experiencia única tiene a la luz como protagonista y es un verdadero viaje de luz, espacio y tiempo. Nueve de las más icónicas obras lumínicas de James Turrell fascinan a turistas de todo el mundo, y por una buena razón: nunca vieron algo igual.
Somos Cuisine&Vins, claro, y ya hablamos de vino pero nos falta la comida, y en Estancia Colomé el paladar nunca se aburre. El Restaurant Estancia es un ambiente pensado para disfrutar de la ubicación privilegiada y las impresionantes vistas mientras se degusta una carta inspirada en los productos de la región, tomando lo mejor de la granja orgánica y la huerta agroecológica de Colomé. Los vinos de la bodega se lucen aquí como en ninguna otra parte, en un recorrido de armonías guiado por el sommelier experto.
También es posible comer en la bodega durante una cata personalizada, que se puede reservar en forma individual o por grupo. El restaurante ofrece la “Experiencia Colomé”, que consiste en un circuito completo de degustación, almuerzo y visita al museo. Por último se encuentra el Gaucho Bar y la biblioteca, un espacio íntimo en el que se puede tomar una copa de vino junto a la chimenea.
La sustentabilidad es un aspecto esencial de todas las áreas y acciones del Grupo Colomé, y la Estancia no es una excepción. Con el objetivo de usar los recursos naturales de la manera más racional posible, todos los vegetales consumidos en el restaurante son cultivados una huerta orgánica propia; además producen sus quesos y lácteos gracias a la granja agroecológica del lugar, y ponen un especial cuidado en la separación diferenciada de residuos, destinando los restos orgánicos a la producción de compost para la huerta y la granja. El hotel está integrado al entorno de tal manera que se respete la biodiversidad y la armonía del paisaje.
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ESTANCIA COLOMÉ
@bodegacolome
Ruta Prov. 53 Km 20, Molinos - Salta
reservas@bodegacolome.com
+54 03868 49-4200
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