Vino, arte, sorpresa y lujuria con Nieto Senetiner

En una fugaz escapada a Mendoza que se sintió como un finde largo en el medio de la semana, visitamos la bodega de Nieto Senetiner para conocer sus novedades entre choques de copas, banquetes, clases y cuentos varios.


por FLAVIA FERNÁNDEZ

@flaviafernandezcv



Si hay movimiento hay cambio; de eso se trata la vida. Y Nieto Senetiner está en ese viaje ya desde hace un tiempo. Renovación que comenzó con las etiquetas (diseñadas por la agencia australiana Denomination, que fue reconocida por Harpers Design Awars como Mejor Agencia de Diseño en 2021) y siguió con la manera de comunicar. Primero, instalando un árbol simbólico de piedras, elementos de la tierra y materiales utilizados en la construcción y la albañilería , que gira sin girar e hipnotiza en la entrada de la bodega, una casa centenaria. 



Ahí, en la bodega, fuimos recibidos, agasajados, educados e informados con la filosofía Senetiner, que tan bien maneja el brillante Santiago Mayorga, enólogo y alma del lugar. “Historia en movimiento” es mucho más que un hashtag. Es un modo de afrontar esta nueva etapa y se remite a la filosofía del trabajo. El reciclarse sin perder la esencia, agregando modernidad, gracia, sorpresa y arte (en este ítem la estrella se llama Rodrigo Rodriguez, ideólogo de la fabulosa instalación).



En esta búsqueda de nuevos desafíos (sin olvidar la marca insignia, Benjamín, Fran y Don Nicanor) se decidió lanzar una nueva línea, Nieto Senetiner Patrimonial, que con su Bonarda y su Criolla Grande homenajea a los varietales históricos que dieron origen a la vitivinicultura argentina. Además, se concretó el lanzamiento de su primer vino certificado orgánico, Don Nicanor Malbec Orgánico 2020, marcando un nuevo hito en su historia.



Llegamos de noche, entre fogones y música, bajo una luna que puso el cielo azul cobalto. Hubo chivo y mil delicias, cuentos y gente linda. Al otro día tuvimos un master con el Cordón del Plata como telón. Degustación y clases magistrales describiendo suelos, historia y futuro de las vides en Mendoza. Después un almuerzo interminable que mechó causas peruanas con burratas frescas, bifes y salmones, dulces increíbles y los vinos, bueno, otro capítulo de la lujuria. Hubo sunset, también. A todo Aperol spritz o espumante de la casa con hielo en trago largo. 



Gracias a todo el equipo de Nieto Senetiner.






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