Los mejores clásicos y modernos del circuito gastronómico madrileño en 2024

por GISELA GALLEGO

@gallegogi

Que Madrid se ha vuelto una capital fulgurante en los últimos años no es novedad; hoteles renovados, nuevos paseos de compra, museos clásicos y  aperturas constantes. Pero sí vale la pena trazar un circuito de recomendaciones tan variado como interesante para una estadía con los sabores más deliciosos y propuestas desde las más clásicas a las arriesgadas.

Para comenzar en el corazón de la capital española, a metros de Sol y de Legends, el nuevo spot para los amantes del fútbol, visitamos un clásico que presume de ser el primer restaurante entendido como tal, con menú escrito y mantelería. 

Lhardy, fundado en 1839, ofrece platos clásicos como los callos de Lhardy, el solomillo Wellington con patatas a la inglesa o su afamado soufflé, con nuevas creaciones como el lenguado Evaristo al champagne o la lubina salvaje Bellavista; sobre todo, ofrece una experiencia de elegancia en una atmósfera única. 

Los salones y la tienda de Lhardy han sido testigo y escenario de la historia. Algunos de sus muchos espacios son míticos, como el Salón de la Conspiración, por donde pasaron Mata Hari, Juan Domingo Perón y aristócratas, y donde incluso, se dice, se planearon grandes gestas políticas. Lhardy es una apuesta segura donde vivir una experiencia gastronómica de altura, en la que los detalles son la constante. 

En la contracara, un moderno y recién estrenado restaurante con show: Pabblo. Situado a los pies de la Torre Picasso, Pabblo promete convertirse en un imprescindible para quienes busquen disfrutar de una gastronomía única y vivir una experiencia inédita en Madrid. En el apartado gastronómico, Pabblo propone una vuelta nostálgica con una carta que hace honor a los grandes clásicos de la gastronomía mediterránea; clásicos, coctelería y postres artesanales. 

Si algo caracteriza la fuerza y el carácter del proyecto, sin embargo, es su puesta en escena, la decoración, los shows y espectáculos acompañados por una banda con artistas multidisciplinarios, creando una atmósfera envolvente, cool y festiva en cada una de sus cenas. 

Otro espacio imperdible para amantes del buen comer es Gofio, el proyecto más personal del chef Safe Cruz y de la jefa de sala, Aida González, con una estrella Michelin. Un restaurante que rinde homenaje a la gastronomía canaria, catalogado como el mejor en su especialidad fuera de la isla. Un homenaje al recetario insular, a los sabores, colores y belleza insulares, con una atención personalizada y un menú de pasos presentado por camareros también isleños, cuyo acento acelera el viaje. Además de las delicias de mar y las deliciosas combinaciones de texturas y sabores, hay una apuesta a los vinos canarios de pequeños productores. Una experiencia sin igual. 

Ubicado en el corazón del barrio de las Salesas, Casa Felisa se presenta como una carta de amor a la capital, otorgando la importancia que merece al tradicional aperitivo madrileño.

En una atmósfera elegante y clásica, sus entrantes y platos se disfrutan de sobremanera. 

El chef Antonio del Álamo apuesta al mejor producto de temporada en su máxima calidad y ofrece tres elaboraciones fuera de carta protagonizadas por algunos de los productos más representativos de la huerta: habitas tiernas y guisantes con huevo poché; alcachofas con almejas y jamón; y borraja con cocochas de merluza al pil pil. 

Para cerrar la visita a Madrid por todo lo alto, por lo gastronómico y por lo divertido de la experiencia, no hay nada mejor que Barbara Ann. El templo de la esencia rockera irrumpe en la calle Cedaceros para seguir revolucionando las noches madrileñas desde su segunda sede al ritmo de los artistas más icónicos de la historia melómana. Su promesa es que cada velada sea divertida y esté cargada de sorpresas, dirigida por un elenco de artistas que hará un repaso por la historia de la música desde la época de los Beatles hasta Rosalía, pasando por las décadas de los 70, 80, 90 y 2000. La variada carta del chef Pepe Roch ofrece gyozas de langostinos con salsa ponzu y rabanitos como toque asiático, un paso por Sudamérica con los tacos de cochinita pibil con guacamango y chipotle, o una degustación de Italia con una pizza artesanal con stracciatella trufada y cherrys confitados, además de sus clásicos reinventados como las croquetas de jamón ibérico y trufa, el pan bao de rabo de toro con salsa hoisin o los mejillones al estilo tom kha y lemongrass. Si bien el valor agregado está en la vivencia del show, un viaje musical inolvidable, la propuesta gastronómica y de cócteles destaca por su alto nivel.