Bella Tucumán

Historia y naturaleza; arquitectura y selva tucumana; arte religioso y arqueológico; y culinaria autóctona o contemporánea. Binomios de grandeza en el norte del país.

San Miguel de Tucumán es la capital de la provincia de Tucumán, y la ciudad desde donde los congresales criollos, en 1816, declararon la independencia del Virreinato del Río de la Plata, de la monarquía espa?ola. Este hecho quedó plasmado en la Casa Histórica, reconstruida en 1941 por el arquitecto Mario Buschiazzo. Muy pocos consideran en su agenda una visita a esta ciudad en el corazón de la patria, porque muy pocos saben de su belleza arquitectónica, su entorno natural y la calidez de su gente.

La ciudad fue fundada dos veces en 1565 y en 1685. Fue creciendo en importancia como centro cultural y social del norte argentino y como estructura urbana y edilicia moderna. Durante los siglos XIX y XX, recibió una fuerte inmigración de espa?oles, árabes, judíos e italianos, que con sus construcciones fueron relegando al estilo colonial como una huella del pasado y actualizando la ciudad con los nuevos estilos europeos, el neoclasicismo, el eclecticismo y el pintoresquismo. En los primeros a?os del 1900, a su territorio le sumaron 400 hectáreas destinadas a parques y se dise?ó el primer espacio verde de magnitud similar a los grandes parques contemporáneos de París y Londres. Así se formuló su imagen como el Jardín de la República.

Tucumán es una ciudad moderna y tradicional. En 1999 la declararon Ciudad Histórica por su enorme riqueza cultural. Se destacan en ella la Plaza Independencia, el Convento de San Francisco, la Catedral, el Museo Nicolás Avellaneda, la Casa de Gobierno, el Museo Casa Padilla, la Casa Nougués, el Centro Cultural Rougés, el Museo Timoteo Navarro, el Parque 9 de Julio, el Museo de la industria azucarera Casa del Obispo Colombres, el Museo Arte Sacro y la Casa Histórica de la Independencia. A este tejido urbano lo rodea el circuito de las yungas. Este entorno es un pulmón verde de lugares paradisíacos llenos de armonía y paz. Estas se manifiestan en las lomas y quebradas so?adas de Villa Nougués, en los cerros y la vista panorámica única de la ciudad desde San Javier y de los bosques tupidos de Raco y El Siambón. Como si fuera poco, podrá relajarse en un atardecer frente al dique El Cadillal.

El “Hotel Sol San Javier”, en la cima de Cerro San Javier, a pocos kilómetros de la ciudad de San Miguel de Tucumán, rodeado de la imponente yunga tucumana, ofrece una excepcional vista panorámica de la ciudad. El Hotel dispone de 8 hectáreas de parques y jardines, piscina descubierta con vista panorámica, spa y gimnasio, 7 salones equipados y dise?ados para realizar eventos para 2000 personas. El bar y restaurante del Hotel, “Capitulo Cero”, ofrece amplia y selecta propuesta gastronómica internacional con especialidades regionales.

El Spa del Hotel puede hacer de su estadía un tiempo de maravillosa relajación. Realizan masajes descontracturantes y de relax, drenaje linfático y reflexología, limpieza facial y corporal. El Spa, de libre acceso para los huéspedes del hotel, ofrece sauna seco y húmedo, ba?o finlandés y escocés y sala de relax. El gimnasio brinda una vista panorámica única de la ciudad de San Miguel de Tucumán, y cuenta con cintas caminadoras, barras, bicicletas y pesas. El Spa tiene una peluquería completamente equipada. Este servicio de peluquería es ofrecido únicamente para grupos y con previa reserva al arribo en el hotel.

El hotel dispone de canchas de tenis, fútbol, paddle y voleibol, sala de juegos con mesa de pool, metegol, ping-pong y la sala de cine "Cinema Paradiso". Se realizan cabalgatas y caminatas guiadas todos los días. Para los que gusten del trekking, cross-country, enduro, moto-cross, el entorno que rodea el Hotel Sol San Javier es ideal para la práctica de estos deportes. Para quienes deseen realizar deportes de aventura puede solicitar la reserva de vuelos de parapente que se hacen a pocos minutos del hotel en Loma Bola.

Las especialidades de la gastronomía autóctona en esta provincia son un paso obligado para el turismo visitante; empanadas tucumanas, humita, locro o tamales norte?os, son exquisitos. La mayoría de los lugares para comer estas y otras cocinas argentinas e internacionales, se encuentran en la zona céntrica, el parque 9 de Julio o Yerba Buena.





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