La inquisición: Rubén Ruffo, de bodega Santa Julia
2021-09-17Después de una gran caja enviada a los socios del Club Cuisine &Vins y un fogón virtual inolvidable que contó con la presencia de celebridades que compartieron anécdotas y vinos de Santa Julia, fuimos un poco más allá en la actualidad de la bodega mendocina conversando con su enólogo, Rubén Ruffo.
por ANA PAULA ARIAS
fotos BODEGA SANTA JULIA
@anapaula_sommelier
En un mercado cada vez más heterogéneo, Santa Julia combina como nadie su carácter innovador con un estilo joven y fácil de beber. De esto hablamos con su enólogo, Rubén Ruffo, quien nos contó, además, sobre la evolución y el futuro de la bodega.
¿Cómo fue tu recorrido antes de llegar a Santa Julia?
Me gradué de Licenciado en Enología en la Facultad Don Bosco de la Universidad Juan Agustin Maza de Mendoza en el año 1990. Ese mismo año comencé a trabajar en Familia Zuccardi; en aquella época estaba a cargo de la planta de embotellados. Tiempo después empecé a formar parte del proyecto de vinos hasta 2013, año en que tomé en forma integral la dirección de enología de Santa Julia. Desde entonces he realizado más de 25 vendimias en la bodega.
¿Qué cambios viste en la viticultura argentina en este tiempo?
En estos 30 años he visto a la industria transitar por dos etapas claves. Originalmente, la viticultura estaba orientada solo a los vinos masivos para consumo interno y con un gran peso en la tradición europea, influenciada por nuestros inmigrantes. Con el tiempo, la industria tomó una perspectiva exportadora y, poco a poco, fue ganando prestigio para competir con vinos de todo el mundo. Finalmente, y la más trascendente, fue la del proceso de evolución que se llevó acabo para lograr una viticultura con identidad propia como país productor. Atrás quedaron los vinos que se concebían ignorando su procedencia, totalmente disociados del origen del viñedo. Hoy, los vinos nacen en el viñedo y se expresan en bodega. Enólogos e ingenieros agrónomos trabajamos en equipo, otorgando un fuerte protagonismo a la procedencia de las uvas que integrarán cada marca.
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No todas las bodegas sobrevivieron a la evolución del mercado. Santa Julia, sin embargo, transitó exitosamente los cambios de paradigma que se sucedieron en la viticultura, adaptándose siempre a lo que el consumidor requería. Pero, ¿cómo acompañar al consumidor sin perder identidad? ¿Qué se pondera en la elaboración de vinos de la bodega? “Es verdad que el consumo de vinos ha cambiado, las costumbres hogareñas también. Hoy, los consumidores apuestan al disfrute del vino; ya dejó de ser un refresco cotidiano diluido con soda, se inclinan por categorías más altas, son más exigentes en cuanto a calidad y lo disfrutan de manera más espaciada”, cuenta Rubén y agrega: “Independientemente de su rango de precio, hay que ofrecer vinos de la más alta calidad. Esta es nuestra filosofía. Estamos convencidos de que es el consumidor quien sigue eligiendo esta noble bebida y sosteniendo así a la industria”.
Flores Negras es un Pinot muy varietal y elegante pero que, al mismo tiempo, tiene un precio muy conveniente. ¿Por qué decidieron hacer ese estilo de Pinot para ese segmento y no para uno más alto?
Flores Negras es un vino que puede definirse como elegante y sutil. El Pinot Noir es un gran desafío en cuanto a lo vitícola y enológico se refiere. Su cultivo y elaboración es complejo, requiere cierta dificultad de los productores y también cierto conocimiento de quien lo bebe. Por este motivo trazamos un trabajo de aprendizaje interno para el desarrollo de esta cepa, respetando sus características propias. Posiblemente en algún momento pensemos en elaborar algún Pinot en una categoría superior, pero antes, debemos recorrer el camino para tener la experiencia con la variedad.
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Santa Julia es una de las bodegas con mayor compromiso en el desarrollo e investigación de cepas no tradicionales. Hay una fuerte vocación por la búsqueda constante, el aprendizaje y el conocimiento de nuevos estilos. En un momento donde se bebía solo Malbec o Cabernet Sauvignon (incluso mucho más que ahora), la marca creó una línea que, hasta el día de hoy, sorprende por su unicidad: Textual.
Hace varios años ya que tienen Textual, la línea de vinos de cepas no tradicionales. ¿Cómo respondió el público al principio? ¿La respuesta del consumidor fue cambiando a lo largo de los años?
Llevamos más de 20 años trabajando con variedades no tradicionales. En este recorrido, la respuesta del público siempre fue muy buena, notamos que el consumidor actual está cada vez más ávido de probar cepas de distintas regiones del mundo a las que normalmente no tiene acceso. Con la línea Textual Innovación Extrema consolidamos un proyecto lleno de enseñanzas y la experiencia con estas variedades de uvas fue fundamental para alcanzar una categoría de vinos superior.
¿Cómo fue el camino a reconvertir/renovar una marca como Santa Julia, que estaba tradicionalmente vinculada a vinos más masivos?
Ciertamente, Bodega Santa Julia sigue ofreciendo marcas con muy buena relación precio calidad.
Transitamos el proceso de ser una marca vinculada a vinos entry level a una bodega que elabora marcas accesibles, pero con identidad y estilo. Esto reafirmó la confianza del consumidor. En este marco, nos apoyamos mucho en la innovación que ha sido desde siempre uno de nuestros pilares. Santa Julia es un buen ejemplo de renovación constante y ofrece al consumidor nuevas experiencias. Desde el sector técnico, la búsqueda de nuevos productos es permanente y tenemos libertad para hacerlo, esto es muy excitante y motivador, somos capaces de producir más estilos de vinos que lo que el equipo comercial está dispuesto a vender…. (risas)
Hablanos un poco de la línea Tensión La Ribera. ¿Por qué decidieron hacerlos blend y no varietales?
El proyecto nació con el concepto de blend porque queríamos ofrecer al consumidor la experiencia de probar una variedad tradicional con otra uva no tan conocida, pero que puede aportar a los cortes un matiz diferente.
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Siempre a tono con las tendencias enológicas, la bodega estableció principios de producción sustentable en todas sus líneas. “Para Santa Julia ser sustentables no sólo aplica al cuidado de la tierra y a trabajar en total armonía con el medio ambiente, sino que también significa ser útiles a la comunidad de la que somos parte, ejecutando distintos programas de Responsabilidad Social Empresaria”, nos cuenta Rubén. Eso también se acopla a la certificación de viñedos orgánicos en las 175 has de Maipú y el plan a futuro de certificar más parcelas. “Tenemos pensado continuar expandiendo el proceso de certificación porque es un camino que está alineado con el concepto de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente”.
¿Qué va a encontrar un consumidor que prueba por primera vez un vino de bodega Santa Julia?
En Santa Julia, el consumidor va a encontrar un portfolio variado con marcas modernas, que se adaptan a diferentes momentos de consumo y que privilegian la búsqueda de una excelente relación calidad-precio. Los vinos son fieles exponentes de nuestra identidad enológica, jóvenes, frescos y versátiles, donde cada variedad de uva es protagonista.