Ya hemos hablado con distintos referentes de la industria del vino sobre los obstáculos que viene sorteando la actividad bodeguera en estos meses, intentando enfrentar de la mejor manera posible una situación que pateó todos los tableros. Afortunadamente, en el mundo enológico, donde las inclemencias del tiempo pueden frustrar objetivos de un momento al otro, los fuertes están preparados para los embates, y muchas bodegas lograron cumplir con la cosecha 2020. Una de ellas fue Bodegas Etchart, que desde lo alto de Cafayate anunció recientemente el fin de la vendimia, con gran éxito y de la mano de Ignacio López como primer enólogo de la bodega.
Ignacio, o Nacho, como prefiere ser llamado, volvió a Cafayate en junio de 2019, después de haber trabajado para diferentes bodegas y en reemplazo de Juan Carlos Mosca, quien se jubiló luego de 25 años de compromiso y dedicación como primer enólogo de Cafayate-Bodegas Etchart. “Para mi es una gran alegría volver a ser parte. La bodega es una casa productora que me cautivó desde un principio con sus vinos, de una franqueza y personalidad inconfundibles. Es un desafío y una responsabilidad enorme estar al frente de una bodega emblemática de la historia. Es como si de chico siempre hubieras escuchado una banda que te gusta mucho y finalmente, varios años después, terminases tocando en esa banda. Me siento como en casa”, dice Nacho.
Esta cosecha fue especial en Cafayate, en más de un sentido. Por un lado, se siguen desarrollando prácticas agrícolas amigables con el ecosistema, para promover la agricultura sostenible y preservar la biodiversidad. La bodega es la única de la región que cuenta con la Certificación de Agricultura Sustentable (entregada por Bodegas de Argentina), y el hecho de llevar a cabo una producción de este nivel y con alto impacto en sustentabilidad es un aspecto diferencial. Por otro lado, la logística de la vendimia cambió de manera muy dinámica: las restricciones sociales impuestas a partir de las medidas de prevención del COVID-19 hicieron que esta temporada fuera indudablemente única.
Sin embargo, a pesar del contexto difícil, los equipos de la finca lograron una cosecha excelente tanto en calidad como en cantidad, especialmente en las variedades tintas, encabezadas por el Malbec, en las que se obtuvo un importante aumento respecto de la vendimia 2019. En total Bodegas Etchart cosechó 7,6 millones de kilos de uva, que les permitirán contar con el vino necesario para el desarrollo y crecimiento de sus marcas. En palabras de Nacho: “La calidad de las uvas este año es muy buena, podemos esperar vinos muy frescos, fluidos y de buena madurez”.
El enólogo continúa: “La vendimia es el momento del año más intenso, ya que aquí es cuando se definen los resultados del trabajo de todo un ciclo productivo. Se mezclan sentimientos de alegría, frustraciones, esperanza, expectativas y cansancio físico. Por ahora la celebración de todo el equipo queda en stand-by, dado el contexto, y es raro porque no pudimos ni abrazarnos ni estrechar manos cuando entraron las últimas uvas. Cada uno en su casa ha hecho una celebración muy personal y seguramente, cuando la realidad lo permita, celebraremos como es debido”.
Tal como lo marca la historia centenaria de Bodegas Etchart, en esta nueva vendimia la marca continuó con la producción de vinos de alta calidad en sus diferentes líneas: Etchart Privado Torrontés, Cafayate, Rutas de Cafayate, Cafayate Martín Bruno, Cafayate Reserve, Cafayate Gran Linaje y Arnaldo B. Para que cualquier persona pueda disfrutar de los diferentes vinos en casa, la marca puso a disposición su
plataforma de e-commerce para que los usuarios puedan adquirir los vinos de su portfolio con un 25% de descuento y envío gratis a todo el país.
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