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4 VINOS QUE TENÉS QUE PROBAR SI AMÁS LO RETRO

Ser vintage es una forma de vida: escuchar los partidos por radio, comprar anteojos antiguos en Parque Centenario y no usar Spotify ni redes sociales. Ser vintage es peligrosamente parecido a ser hipster, pero no es lo mismo, ni por asomo. El fanático de lo retro está convencido de que nació en una década equivocada, entonces busca en su corazón la forma de sobrevivir a la modernidad. Es único y querible, por eso esta semana los vinos seleccionados son para él: vinos que no cambian y que son siempre riquísimos.