Vespress: café italiano sobre ruedas

Recientemente agregamos a los beneficios del Club Cuisine&Vins una experiencia completa: un café de especialidad y un cannoli siciliano presentando la tarjeta de socios en Vespress. Ahora bien, ¿Qué es Vespress? Se trata de un pop-up de café y delicias italianas ubicado en pleno Palermo, a bordo de un coqueto Vespa Ape Car y con un jardín secreto para olvidarse de todo por un rato. Estuvimos hablando con su creador, Eric Jakubavicius, sobre la historia de esta estación gourmet andante.



por MÁXIMO PEREYRA IRAOLA

Hace unos años publicamos en una de las ediciones de Cuisine&Vins un especial dedicado al café, en nuestra sección Un producto. Además de los variopintos datos que brindábamos sobre lo que consideramos el verdadero oro negro, comentamos una verdadera novedad en la escena cafetera porteña.

Los food trucks, que a esta altura siguen sin poder terminar de establecerse en las calles de la ciudad pero inundan los festivales y las costaneras, empezaban por entonces a aparecer tímidamente, y a Eric Jakubavicius, entusiasta del café y también de las motos, se le ocurrió la fabulosa idea de llevar el concepto de coffee truck a un nivel más elegante, minimalista y simpático. Así nació Vespress, emprendimiento que combina café de calidad con un triciclo Vespa Ape Car.

"Yo soy un apasionado por las motos, y tengo un grupo de amigos con el que viajamos mucho. Un día, hace cuatro años, estaba con ellos en Biarritz, Francia, en un evento de motos alucinante que se llama Wheels and Waves, y había un carrito con un barista muy bien vestido haciendo café y helados. Era el éxito de la feria: todo el mundo paraba y hacía cola para pedirle café a este señor, aunque estábamos en pleno verano. A partir de eso, y viendo que la movida de café, muy instalada en el mundo, se venía fuerte en Argentina, dije 'bueno, hay que armar esto', porque une todas mis pasiones: la gastronomía, el buen comer, el café y, sobre todo, las motos", cuenta Eric. 

Es fácil decir "Italia sobre ruedas", pero Vespress transmite justamente eso. Ubicado como pop-up en la entrada de Casa Chic, en Palermo, esta pequeña moto-estación de café prepara, además de uno de los mejores cafés de la ciudad, exquisitos cannoli sicilianos, sfogliatellas dulces y saladas, y algunos otros acompañamientos, como alfajores y galletitas.

En palabras de Jakubavicius: "La idea con Vespress es celebrar la italianidad y sus tradiciones. Inspirados en varios de sus íconos, como la Vespa, el café espresso y la pastelería tradicional, creamos esta propuesta honesta y simple con el propósito de ofrecer un gran café y la mejor pastelería que podés encontrar en Buenos Aires".

Sobre la Vespa, llamativa y (perdón) instagrameable hasta la médula, cuenta el creador de Vespress que encontrar un modelo Ape Car para poder montar encima la cafetería de especialidad móvil fue un proceso trabajoso, en línea con este modelo que es un ícono no solo de estilo, libertad y movilidad, sino también de la laboriosidad italiana de posguerra. Una vez adquirida, equiparon la Vespa con una máquina espresso nuova Simonelli APPIA II (italiana) y un molino Malhkönig K30 Vario (alemán), ambos operados por un barista certificado que garantiza la mejor experiencia de café de especialidad posible.

El café de Vespress es importado y tostado especialmente por Agustina Román, eminencia del café y su trazabilidad en Argentina. Hoy están usando un grano proveniente del municipio de Cartago, en Colombia. Allí, en el valle de Cauca, a 1.300 metros de altura, crece este grano que resulta en un café de acidez brillante y cuerpo untuoso. Balanceado, muy limpio y fácil de tomar, tiene notas de lima, azúcar mascabo y naranja.

En cuanto a la pastelería, las exquisitas creaciones de Vespress están a cargo de Mónica Jakubavicius, hermana de Eric. Cocinera, pastelera y especialista en chocolate, es al igual que su hermano una amante del café y la buena cocina, y trabaja siempre buscando la excelencia.

El espresso, que nació al sur de Italia ante la impaciencia de los italianos que no querían esperar 6 u 8 minutos por una taza, fue pensado para tomar rápido, recién preparado y con sabor, aroma y cuerpo intensos. Así, Vespress es una magnífica opción al paso, aunque si están con ganas de darse un respiro, después de agarrar su café y delicia acompañante bien pueden encarar hacia el fondo, donde un petit jardín los saca del caos palermitano de fin de año y les permite bajar cinco, diez, veinte cambios. También hay mesitas en la vereda, por si el hambre de descansar no les quita las ganas de mirar gente. Por otra parte, Vespress también hace eventos privados todas las semanas.

En épocas de estar a las corridas haciendo compras de fin de año, haciendo malabares con planes de todo tipo y pensando en regalos, aprovechen si andan por palermo para detenerse un rato y viajar a Italia. Y si son socios del Club Cuisine&Vins, tienen en Vespress un beneficio increíble: un café de especialidad y un cannoli siciliano presentando su tarjeta de socios. ¡Están avisados!






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