Una noche en Tanta, el más nuevo restaurante de Gastón Acurio en Buenos Aires

Nos dimos una vuelta por Tanta, el flamante restaurante de Gastón Acurio y hermano menor del célebre La Mar, para tomar unos cocktails y probar algunas maravillas de la gastronomía peruana: platos abundantes y llenos de sabor que reflejan las tradiciones del país donde la papa es la reina indiscutida.

por MÁXIMO PEREYRA IRAOLA


En la esquina de Esmeralda y Paraguay, bajo las torres Bellini y a metros del más profundo microcentro, lugar que todos intentamos evitar durante el día, existe desde hace unos meses una buena razón para hacerse habitué del barrio de Retiro: el nuevo local de Tanta, uno de los restaurantes insignia del gran Gastón Acurio.


A diferencia de La Mar, desde cuya cocina salen todo tipo de cebiches, tiraditos y otros manjares provenientes de las aguas con sofisticación inmejorable, Tanta es un concepto diferente, más relacionado con la comida de las abuelas y madres de las casas peruanas. Comida casera en la que abunda la papa en todas sus formas (porque si hay un pueblo que sabe trabajar la papa, ese pueblo es el peruano), la carne y los sabores intensos pero simples.


De los once conceptos de restaurantes que tiene Gastón Acurio en el mundo, Tanta es uno de los que más locales tiene: diez en Perú, cinco en Chile, uno en EE.UU. (en Chicago) y ahora este, el de Buenos Aires, que abrió en diciembre de 2017. El chef ejecutivo es nada menos que Anthony Vásquez, mente maestra de La mar y una de las principales manos derechas de Acurio. 


Hay muy buena coctelería, una selección inmensa de "sánguches" y montaditos, y delicias limeñas de todo tipo, desde el cebiche y el tiradito hasta las causas, las croquetas de ají de gallina y las papas a la huancaína, que llegan solas pero también como participantes de un plato bestial: el bife de Anthony el Goloso, un bife enorme con tallarines al pesto y papas a la huancaína. Ya dijimos que los platos son generosos; este particularmente es casi más que eso (¡carne! ¡pastas! ¡papas! ¡huevo!). Para compartir.


Duele elegir un solo plato, y es muy difícil, pero si tenemos que hacerlo, diremos que "El pollo y el risotto" fue el que más nos gustó: se trata de un sencillo pollo salteado a la criolla con champiñones sobre risotto de zapallo y ají amarillo. Nada más, nada menos. La cremosidad es una locura, y nos podríamos haber bajado cinco platos. 


En cuanto a los brebajes, diremos que siempre es recomendable pedir un pisco sour, aunque también nos sorprendieron el Dos tiempos (Campari macerado artesanalmente con frutillas, Aperol, Cynar, limón, almíbar y clara de huevo) y el Negroni artesanal (el Campari con frutillas, de nuevo, sumado a Punt e Mes, agua tónica y gin Hendrick's para perfumar).


Carta amplia sin aburrir, un espacio gigante y cómodo, buena atención y platos hogareños, para pedir más de uno y compartir. Volveremos una y otra vez.


www.tanta.com.ar

Esmeralda 938

Abierto de lunes a sábados de 12 a 00 hs.




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