Una noche en La Particular de Virginio

Hace pocos meses abrió en una esquina de Recoleta un pequeño restaurante de pizzas y comida italiana que homenajea desde sus detalles y su espíritu a un filántropo argentino de los que ya no quedan. Buenos tragos, buena comida y laambientación de un pasado honesto y noble.

por MÁXIMO PEREYRA IRAOLA


Alejandro Pochat se dedica a la gastronomía desde hace 25 años, pero la historia de su más reciente emprendimiento se remonta a un pasado bastante más lejano: el de su bisabuelo Virginio Francisco Grego, un visionario nacido en 1876 en Chivilcoy y criado en 9 de Julio, quien en 1922 fundó la empresa Particular, elaboradora de los populares cigarrillos Particulares.


Virginio fue un empresario exitoso, pero sobre todo fue un visionario, un precursor de los derechos de los trabajadores y un importantísimo filántropo que destinó gran parte de su fortuna a la creación de una fundación dedicada a la investigación cardiológica y una escuela para adultas, además de donaciones a hospitales e institutos varios. Grego vivió para la patria y para el bien, como reza una de las placas del mausoleo donde descansa en el Cementerio de la Recoleta.


Tanta benevolencia es hoy un justo motivo de orgullo para sus descendientes, y sobre todo para Alejandro, quien llenó La Particular de objetos, libros y fotografías que recuerdan la historia familiar. El homenaje cumple la segunda función de crear una atmósfera muy especial, de otra época; una que hace que olvidemos los teléfonos y la tecnología mientras suena música de los años 30 y 40 que bien podría estar saliendo de una victrola. La atención es veloz y atenta, las sillas son cómodas y el lugar es luminoso y cálido, armado alrededor de un enorme horno por el que pasan absolutamente todos los platos y postres de la carta.


Y ya es hora de hablar justamente de eso, de la comida: todo tiene una importante impronta italiana y es bien casero, hecho con amor. El horno añade una siempre bienvenida crocancia a los platos, y las pastas se gratinan antes de llegar en cazuelas que demuestran que la cosa es en serio. Las entradas: un Camembert en croute exquisito, suave y con la "derritibilidad" justa para no hacer enchastres, servido con un chutney de peras y pistaccio. Tan rico como suena. Después, Parmigiana di melanzane, que bien podría ser un principal pero que compartido es una grandísima entrada: berenjena, mozzarella, pomodoro, parmesano, ya saben. Horno fuerte y cariño.


Los principales que probamos fueron una pizza, especialidad de la casa junto con las pastas (pedimos la Virginio, una fiesta de jamón crudo, peras y garrapiada de almendas; dulzona y con la masa bien finita); y las pastas propiamente dichas: Fussili al fierrito, riquísimos, y una tremenda lasagna de ragú de osobuco, espinaca, mozzarella y pomodoro. Las salsas, hay que decirlo, son italianas, y la mozzarella es un blend de otras tres, lácticas y grasosas, perfectamente balanceadas. "La calidad no se toca", dice Alejandro. Se nota. Fuimos acompañando cada plato con distintos cocktails y un poco de vino. Recomendables el Negroni, el Gin tonic de frutos rojos y el Julep. 


Por último, los postres. Primero llegó el Rossi caliente, un pie de frutos rojos con helado de crema americana; y después el final lúdico, en la forma de una "Construcción de tiramisú": vainillas, café Nespresso, crema de mascarpone y cacao amargo, para que el comensal arme su postre jugando con los equilibrios a gusto y piacere. A lo tano.





Juncal 2701

Tel: 11-4823-4221

Abierto de lunes a jueves de 8:30 a 00:30 hs; los viernes de 8:30 a 1:00 hs; los sábados de 9:00 a 1:00 hs y los domingos de 9:00 a 00:30 hs.



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