Modo Mesa: una noche íntima en Anasagasti

#ModoMesa, el programa de HSBC Premier Mundo Epicúreo que premia a los comensales que se desconectan de sus teléfonos para conectarse con los sabores y los momentos, nos llevó a Anasagasti, un gran bar de tragos de autor.


por MÁXIMO PEREYRA IRAOLA




Todos oyeron hablar de Anasagasti, aunque no hayan ido: este bar ganó una popularidad inmediata tras su inauguración hace dos años, gracias a su impecable coctelería de autor, sorprendente y por momentos hasta lúdica, pero también gracias a su ambiente íntimo y el increíble edificio de 1919 en el que se encuentra.


 

Muy elegido para primeras citas, salidas en pareja y reuniones con amigos, este bar es uno de los tantos lugares elegidos por HSBC para su programa Modo Mesa, que premia a aquellos comensales que dejan de lado sus teléfonos con el vino de Catena Zapata y el postre o café. Es un lugar lleno de detalles, con una buena atención y una carta de platos y bocados que no decepciona.


 

El lugar tiene tres plantas: la primera es hoy en día el sector principal, con la barra de tragos de autor, sillones, mesas, una gran chimenea y enormes arañas que brindan al salón una luz tenue que ayuda al romance pero también a la relajación después de un día agitado. La segunda planta tiene una barra sin carta, de coctelería free style, y es además el espacio destinado a cursos de coctelería dictados por Mauro Aliendri y Agustín Giuliani los martes, miércoles y jueves. En la tercera planta, por último, hoy se hacen algunos eventos, pero en un futuro muy próximo va a operar un restaurante. Este era, de hecho, el objetivo original de los dueños de Anasagasti, que al encontrar la casa decidieron arrancar por la barra hasta llegar al restaurante soñado. La idea es que las personas tomen unos tragos antes y después de una buena comida acompañada con vinos en el restó, cuyo nombre aún desconocemos.


 

Las cartas de tragos y de platos cambian dos veces al año en promedio, cada vez en forma radical, aunque siempre queda en la de coctelería alguna versión del Cría de Cuervo, insignia de la casa: Bacardi 8 años, mix Anasagasti, Maraschino Luxardo y Oleo Saccharum, todo servido en un gran huevo de chocolate. Nicolás, el propietario del bar, cuenta: "La idea siempre es que los sabores de los tragos y los platos se complementen. Servimos sobre todo tapas, aunque hay opciones que podrían considerarse principales. Esto va a cambiar cuando abramos el restaurante". Efectivamente, los platos que elegimos son algo más que tapas: arrancamos con el Pechito Jack, enorme y servido con papas, y seguimos con la terrina de salmón ahumado y espinacas, impresionante.


 

Dejamos la coctelería para el final, aunque sea lo más importante: primero el Prójimo, un brebaje hecho con Johnnie Walker Black Label, Punt e Mes, Chardonnay, bitter de hibiscus y unas gotas de aceite de sésamo. Luego pasamos al Cuentagotas, que trae Bombay Sapphire, Martini Dry de apio, Aperol, salmuera de algas nori (!) y bitter de eucalipto. En tercer lugar el Plegaria, hecho con Absolut Elyx, Frangelico, Indian Chai Falernum, pomelo, mango y moras; y terminamos con el ya mencionado Cría de Cuervo. Uno de los bartenders nos cuenta que todos los insumos son caseros: ellos elaboran los almíbares y los jugos, y utilizan frutas frescas de productores de distintos puntos del país. Con todo esto, la gente casi no pide tragos clásicos.


 

El lugar está siempre lleno, pero no hay grandes grupos de adolescentes ni gente muy ruidosa. Anasagasti es un espacio de disfrute y desconexión. Si son clientes HSBC Premier, aprovechen para olvidarse de pedir claves de wifi, sacar fotos innecesarias y estar atentos a los grupos, y guarden bien los teléfonos. Serán recompensados.

 


 


Pasaje Anasagasti 2067


Abierto de martes a sábado de 19:00 a 00:00 hs. Domingos de 18:00 a 00:00 hs.


Reservas por mail: reservas@anasagasti.com.ar




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