La Locanda: Cerdeña en Buenos Aires

En una callecita bellísima pero poco transitada de Recoleta, a pasos de la Biblioteca Nacional, se encuentra un pedazo de Cerdeña donde se comen pastas y mariscos de ensueño y un Cacio e Pepe preparado junto a la mesa que solo es superado por la genialidad del chef, Daniele Pinna.

Daniele Pinna llegó a Argentina hace ocho años. No tanto. Y hay que decir que, si bien mecha frases y palabras en su idioma todo el tiempo y sus gestos son los de la italianidad más pura, habla un castellano perfecto. Hablar con Daniele (y se puede hablar durante horas) no deja ese gusto a distancia que a veces se siente en presencia de extranjeros, porque después de todo no somos tan distintos: "Acá la cultura italiana la vivís caminando por la calle. Venís a Buenos Aires y es como estar en Roma. Todos gritándose, mucho ruido, mucho insulto, mucho grito... es una maravilla.


Una maravilla, también, es la cocina de Daniele. Italia, y sobre todo Cerdeña, se pueden visitar con el paladar en La Locanda, su pequeño restaurante en Recoleta donde el ambiente es tan ameno y la comida es tan genuina, rica y reconfortante que no dan ganas de irse nunca. Si bien es un amante de la cocina de producto y prepara muchas de sus recetas con lo que le provee la zona y los productores de la región, también importa algunos productos que acá cuesta conseguir. Así surgen maravillas como el Cacio e Pepe, simplísimo concepto (el nombre significa literalmente "queso y pimienta", y consiste en, básicamente, queso y pimienta sobre pasta) que el chef prepara junto a la mesa en el interior de un queso Pecorino gigante. Un plato muy de su casa, de su vida.


"Mi padre es un cocinero, pero en mi familia son todos gente de campo -no campo argentino; hablo de campo europeo, donde los terrenos son más chicos-, gente autosustentable. Recuerdo que de chico llegaba a casa e iba directo a un cajón en el que estaban los pepinos, los tomates, las berenjenas... Pasaba la puerta y ahí estaba mi madre, se sentía ese aroma, ese perfume a ajo con aceite de oliva (hablo del mediodía, claro; la hora di pranzare) mientras hacía un plato de pasta. Esas cosas simples son las que realmente me transportan a casa. Intento ir lo más seguido posible a Cerdeña con mi familia y esa cosa la vivo y la mantengo en la cabeza; es difícil alejarse de algo así", cuenta el cocinero.


En Argentina, Daniele encontró esa italianidad con la que se siente conectado con su casa y su historia, y considera que el perfil del consumidor argentino está cerca del de un italiano. "Ustedes los argentinos tienen ese ligame que es un amor, un amor gigantesco por Italia, España, Francia o el país del que vengan; lo mantienen vivo acá en Argentina. Cuando vos hablás con un argentino de un plato de albóndigas, una cosa muy simple, te lo describen como si fuera la mejor langosta de Nueva York, y es una cosa bellísima. 'Porque mi abuela le ponía el pan, le ponía el ajo...'; es hermoso. Tienen eso, amor por la comida. La gente está muy compenetrada con la gastronomía y con el sentimiento por la familia, la comida, la amistad y la reunión", reflexiona.


Estamos frente a un chef de talentos inmensos y una propensión hacia los placeres simples. Cuando le preguntamos qué plato o bocadillo eligiría para comer hasta el fin de sus días, contesta: "Un revuelto con un poco de prosciutto di parma o de pata negra. Con un pedazo de pan. Esas son las cosas que me gustan". 



José León Pagano 2697

Teléfono: +5411 4806 6343

Abierto de martes a sábados de 20 a 00 hs. y de viernes a domingos de 12 a 16 hs.



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