La caja de Septiembre del Club Cuisine&Vins: clásica e innovadora

Es innegable que Argentina está fuertemente vinculada al Malbec; sin embargo, nuestra identidad vitivinícola no termina ahí. El Torrontés es nuestra otra cepa bandera, por ser autóctona y por estar en constante evolución. Por eso, este mes en el Club Cuisine seleccionamos cuatro etiquetas deliciosas para conocer a fondo nuestra idiosincrasia enológica. Malbec y Torrontés conviven en la caja de septiembre y muestran lo nuevo de dos clásicos.




Hay quienes osan decir que el Malbec “ya fue” y que es hora de algo nuevo. En Cuisine amamos la diversidad y el consumo curioso de vinos no tan conocidos, pero también nos apasionan los clásicos bien hechos, las versiones exitosas de nuestras cepas más tradicionales. Hay tantos estilos como enólogos, y el tipo de uva nunca es una limitante. 

La caja de este mes busca mostrar varias caras del Malbec, empezando por el Loco Tempus Alba (bodega Tempus Alba). De un estilo bien joven y fácil de beber, este tinto es un lindo ejemplo de lo que sucede cuando a un vino no se lo interviene demasiado y se lo deja ser. José Luis Biondolillo, enólogo estrella de la bodega, tiene la clave para hacer un vino equilibrado y muy frutado, de esos que se terminan rápido. 

En concordancia con ese estilo fresco, la caja trae el Cónclave Selección Malbec, de bodega Piccolo Banfi. Un tinto de Luján de Cuyo, bien ligero y bebible. Y como sabemos que no hay nada que combine mejor con la barrica de roble que el Malbec, incluimos también una botella de Cónclave Reserva. El toque de madera le sienta estupendamente a este vino estructurado y floral.

La caja se completa con dos botellas de Caelum Torrontés (bodega Caelum). Una de las cosas que distinguen a este vino es que no es salteño, sino de Luján de Cuyo, lo cual lo hace más cítrico que floral. Una buena noticia para los que le temen a la intensidad natural del Torrontés. Es ideal para acompañar comidas orientales y étnicas en general, por eso ese disfruta en esta época, donde el sushi y los woks maridan con las noches primaverales. 

En la caja de septiembre, clásica e innovadora, Malbec y Torrontés se presentan con una vuelta de tuerca que derriba prejuicios e invita a conectar con nuevos estilos de viejas cepas.



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