Chori: la reivindicación del manjar callejero más argentino de todos

Desde hace poco menos de dos años, una esquina en pleno Palermo Hollywood hace honor al choripan reinterpretándolo y respetando su formato clásico a la vez

por MÁXIMO PEREYRA IRAOLA


No sabemos a ciencia cierta si el choripán es un invento argentino, pero definitivamente es algo muy nuestro, y nuestro ícono gastronómico más fuerte si nos detenemos dos segundos a considerar las otras opciones. Ni el bife de chorizo, ni el locro, ni ninguno de los otros platos que consideramos parte de nuestro ADN se acercan a la popularidad, la simpleza y el espíritu democrático del chori.

Y así, con "chori", ese diminutivo que tan incorporado tenemos al acercarnos al parrillero (o a los comensales, si de los fuegos nos ocupamos nosotros), Pedro Peña y Germán Sitz decidieron a fines de 2016 bautizar este proyecto que es una genialidad: un bar de choripanes.

Germán y Pedro ya eran dueños de La Carnicería, otro gran concepto de carnes en Palermo, y lo son hoy también de Niño Gordo, boom gastronómico del año. El dúo dinámico venía contemplando la idea de abrir un nuevo emprendimiento, aplicando la fórmula que tan bien había resultado en la carnicería: sabores argentinos, familiares, con una vuelta de tuerca original y sorprendente.

Al proyecto se sumó Tato Giovannoni, prestigioso bartender y dueño de Florería Atlántico, Brasero Atlántico y el gin Príncipe de los Apóstoles. Agarraron la esquina de Thames y Santa Rosa, a la vuelta de Plaza Serrano, la pintaron íntegramente de un llamativo amarillo con personajes -los "pibes choris"- ilustrados por el artista Alan Berry Rhys, instalaron una barra larga por dentro, una barra corta por fuera, una enorme mesa comunal, y listo. Cuando se entra a Chori lo primero que se ve es una heladera repleta de chorizos de diferentes tipos, además de algunas morcillas; encima de eso la barra, la caja, y más arriba el menú, que tiene unas pocas y tentadoras opciones. El chori de cancha es el clásico, el que eligen tanto los que no son demasiado aventureros como los que saben que la magia del choripán está en la simpleza de su fórmula pan-chorizo-pan.

Más allá de la tradición, hay choris ahumados, chorizos con sabores exóticos, con hongos, con yogurt, con hierbas; hay agridulces, picantes y hasta vegetarianos. También hay morcipan, claro, y un par de ensaladas. No hay necesidad de excusas para volver, pero si quisiéramos inventar una, vale mencionar que constantemente hay choris originales y rotativos, ideados por cocineros amigos de la casa. Al momento de escribir esta nota, por ejemplo, hay uno de jabalí que es tremendo.

Hay que destacar también los panes exquisitos que abrazan cada chorizo y morcilla de Chori, que agregan en muchos casos sabor pero siempre respetando al embutido estrella y con la proporción justa entre harina y carne. Las cervezas son exquisitas, y se preparan buenos tragos para acompañar los sándwiches, además de que se puede tomar algunos buenos vinos de Ernesto Catena.

Chori está pensado como franquicia, y ya tiene su segundo local en el Paseo de la Infanta. Como está pensado, no nos sorprendería que en unos años el país tenga varias sucursales. Por lo pronto, no dejen pasar la oportunidad de clavarse un buen choripan de Chori y háganse habitués de esta maravilla.


Chori
Thames 1653
+5411 3966-9857
Abre de domingo a jueves de 12:30 a 00:30, y viernes y sábados de 12:30 a 1:00.



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